No hay pruebas de que los microondas causen cáncer, glaucoma, autismo, ni desnutrición | Factual

2022-10-22 19:59:37 By : Ms. Vivian Lv

El video, con decenas de miles de reproducciones, circula ampliamente en redes sociales al menos desde el 22 de enero de 2020, generando gran impacto entre usuarios, que incluso se comunicaron con AFP Factual vía WhatsApp y correo electrónico para conocer la veracidad de las afirmaciones que allí se hacían.

La mujer que presenta la secuencia, llamada María Marín en sus redes sociales y que se describe como “motivadora”, publicó este video originalmente en su cuenta de Facebook, pero tras una búsqueda en Google se pudo determinar que fue eliminado. Allí, presenta a un doctor llamado Jorge Martínez, quien también publicó la secuencia en sus dos perfiles Facebook (1, 2), compartido en total 1.400 veces: “AMIGOS EN ESTE VIDEO LES EXPLICO LA IMPORTACIA DE NO USAR EL MICROONDAS,COMPARTELO PODEMOS AYUDAR A MUCHOS,UN ABRAZO Y BENDICIONES (sic)”.

Otros usuarios compartieron el video en Facebook (1, 2, 3), donde suma más de 49.000 reproducciones.

De acuerdo a las definiciones de la Organización Mundial de la Salud ( OMS) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, estos hornos pueden calentar alimentos o líquidos a través de la emisión de microondas, que son un tipo de radiación no ionizante. Esto quiere decir, según define la FDA, que “no tiene suficiente energía para eliminar electrones de los átomos”, a diferencia de los rayos X, por ejemplo, que sí son ionizantes y por lo tanto “puede alterar los átomos y las moléculas y causar daños a las células en la materia orgánica”.

Los hornos microondas pueden calentar alimentos y líquidos a través de este tipo de radiación, la que a su vez produce que las moléculas de agua de los alimentos vibren, generando calor. “Las moléculas de agua vibran cuando absorben la energía del microondas y la fricción entre las moléculas resulta en el calentamiento que cocina el alimento”, explica este documento de la OMS. 

La FDA precisa además que es por esta razón que los alimentos con alto contenido en agua, como las verduras frescas, se cocinan más rápido: “La energía de microondas se convierte en calor a medida que es absorbida por los alimentos, y no hace que los alimentos sean ‘radiactivos’ o ‘contaminados’”.

Sin embargo, en el video difundido en redes sociales, sus protagonistas aseguran que las microondas de estos hornos sí pueden cambiar las propiedades de algunos alimentos, lo que derivaría en desnutrición, obesidad, y otras enfermedades.

El equipo de verificación de la AFP en América Latina contactó a nueve expertos para verificar las afirmaciones de este video:

María Marín asegura: “Esto causa… ¡Puede causar cáncer!”.  Minutos después, le pregunta al doctor por qué los hornos microondas son tan peligrosos y dañinos. “Las personas tenemos que tomar conciencia. Una, cada vez aumentan más las estadísticas de cáncer”, responde Jorge Martínez.

Desde el Hospital Sirio Libanés de Brasil, centro de referencia regional para el tratamiento de cáncer, el oncólogo Denis Jardim desestimó esta afirmación: “No hay evidencia de una asociación entre la exposición al microondas doméstico y el riesgo de cáncer. Incluso, las microondas se han utilizado para tratar algunos tumores, por lo que es una de las herramientas de tratamiento de enfermedades focales”.

Jardim agregó que el cáncer es una enfermedad multifactorial, donde pueden influir aspectos ambientales como por ejemplo los rayos ultravioleta, el consumo de cigarrillos, dietas basadas en grasa animal, y más.

La directora del Departamento de Biología de la Universidad de Chile, Verónica Palma, coincidió con Jardim: sobre el cáncer “hay causas genéticas y causas ambientales. Pero de ahí a generar pánico y a señalar que el microondas es una fuente importante que genere casi causalidad de cáncer, hay una gran distancia”.

Bárbara Herrera , doctora en química y profesora en la Pontificia Universidad Católica de Chile, aseguró que el temor a que haya una relación entre los hornos microondas y el cáncer existe desde la década de 1980. “Está muy desestimado" que los hornos microondas produzcan cáncer, añade la integrante de Etilmercurio, un medio de divulgación científica.

Desde el Instituto de Enfermedades Neoplásicas de Perú ( INEN), la radioncóloga Cindy Sandoval explicó a la AFP que, a pesar de los estudios, “aún no hay evidencia convincente que respalde una asociación entre la radiación no ionizante y el cáncer”. Agregó que “el único efecto biológico comprobado [de las ondas no ionizantes] es el calentamiento de los tejidos. Sin embargo es un tema que se sigue estudiando”.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, indica en su “Diccionario de cáncer” que respecto a la radiación no ionizante “se ha establecido que la mayoría de tipos de radiación no ionizante no producen cáncer”.

“La FDA [...] plantea que el microondas puede provocar glaucoma”, dice el doctor Martínez en el video. Minutos después, lo reitera: “La FDA nos dice que causa glaucoma el microondas, y nos dice que es por el movimiento de las moléculas de agua”.

Un glaucoma es una lesión del nervio óptico debido al aumento de la presión de los líquidos del ojo. Al respecto, el director de la Cátedra de Oftalmología de la Universidad de la República Oriental del Uruguay, Marcelo Gallarreta, descartó que estuvieran vinculados: “No existe evidencia científica actual que correlacione el riesgo de tener un glaucoma ni otra enfermedad ocular con el uso del horno de microondas”. Gallarreta agregó que si un horno microondas se mantiene en buenas condiciones, no debería significar un daño para la salud al emitir radiaciones. 

Desde la Fundación Oftalmológica Nacional de Colombia, el doctor Emilio Méndez también descartó las afirmaciones relacionadas al glaucoma: “Es totalmente falso. No existe ninguna publicación científica al respecto”.

La FDA, por su parte, regula el uso de los hornos microondas desde 1971 y lo aprueba bajo condiciones óptimas. En su sitio web oficial, asegura que la radiación de las microondas sí pueden calentar el tejido corporal, sobre todo en dos áreas del cuerpo donde hay poco flujo sanguíneo: los ojos y los testículos, coincidiendo con lo que señala la OMS.

Sobre los ojos, en particular, la FDA explica que si una persona se expone a grandes niveles de radiación, puede causar cataratas: “El lente del ojo es particularmente sensible al calor intenso, y la exposición a altos niveles de microondas puede causar cataratas. Pero este tipo de lesiones, quemaduras y cataratas, solo pueden ser causadas por la exposición a grandes cantidades de radiación de microondas”.

Ese tipo de exposición ocurre en casos en que las microondas escapen del horno, como explican en este manual de seguridad: “La mayoría de las lesiones relacionadas con los hornos microondas son el resultado de quemaduras por calor como consecuencia del contacto con recipientes calientes. (...) Las lesiones por radiación ocurren como consecuencia de la exposición a cantidades elevadas de radiación de microondas que escapa a través de espacios en los sellos de los hornos microondas. Sin embargo, las normativas de la FDA estipulan que los hornos microondas deben diseñarse de manera que eviten estas fugas de radiación”.

Al respecto, Verónica Palma, de la Universidad de Chile, explicó que la FDA aprueba el uso de los hornos microondas: “Lo importante es que se debe seguir la normativa de fabricación que la FDA impone”.

Dentro de sus investigaciones y advertencias, la FDA alerta sobre quemaduras en la piel debido a las altas temperaturas de los alimentos calentados con el microondas.

Martínez asegura: “Hay un reporte de la Asociación Nacional de Pediatría, donde vinculan el microondas y el lavaplatos, con referencia al autismo. Cuando el microondas no era microondas era 1 cada 300.000 niños [con autismo], ahora es 1 cada 55 niños. Y se espera que para 2025 sea 1 entre 10 niños [sic]”.

Según la OMS, el Trastorno del Espectro Autista (TEA) es “un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral (...) Estos trastornos se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social y por un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo”.

De acuerdo a las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), desde el año 2000 al 2014 la prevalencia del autismo ha aumentado. El último estudio, de 2014, registró una proporción de 1 cada 59 niños de ocho años en Estados Unidos. A nivel mundial, la OMS asegura que uno de cada 160 niños tiene TEA y que “según los estudios epidemiológicos realizados en los últimos 50 años, la prevalencia mundial de estos trastornos parece estar aumentando. Hay muchas explicaciones posibles para este aparente incremento de la prevalencia, entre ellas una mayor concienciación, la ampliación de los criterios diagnósticos, mejores herramientas diagnósticas y mejor comunicación”.

Consuelo Aldunate , psiquiatra infantil del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Chile, dijo a la AFP que no ha encontrado publicaciones que relacionen el uso de los hornos microondas con el autismo.

“ La mayor parte de las publicaciones se relaciona con quemaduras causadas por este utensilio. La única referencia publicada por ellos [NDRL: por la Academia Americana de Pediatría] hace alusión a la exposición a radiaciones ionizantes en niños (y las microondas son no ionizantes), la relaciona con el desarrollo de cáncer -particularmente de leucemia-, y no con autismo”. 

El autismo, explicó Aldunate, tiene más de una causa: “Por ejemplo, la evidencia de la importancia de los factores genéticos en la etiología del autismo proviene de diversas fuentes, incluyendo los estudios en gemelos y familias (Muhle et al, 2004). Así, el autismo es 50 a 200 veces más prevalente en hermanos de casos de autismo que en la población general”.

“La obesidad está muy vinculada, la desnutrición está muy vinculada aunque todos los días aquí preparemos un bistec”, dice Jorge Martínez.

La presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, Mónica Katz, lo desmiente. “A partir del 2005, cada cinco años más o menos, aparecen papers o publicaciones que asocian el microondas con obesidad. Eso se basa en una correlación estadística: asociaciones estadísticas de dos variables, sin embargo no implica causalidad necesariamente”, explicó Katz a la AFP, agregando que esta correlación se basó en el aumento de los índices de obesidad y de la venta de hornos microondas en la década de 1980.

La especialista detalló que los hornos microondas cumplen con las condiciones para una buena cocción: “Lleva menos tiempo, se puede poner a poca temperatura y se puede cocinar sin grasa”.

Agregó que en todo tipo de cocción “de acuerdo al nivel de calor y tiempo al que sometés el alimento vas a perder nutrientes. La temperatura y el tiempo al que lo sometes a esa temperatura son los dos factores, y, vuelvo a repetir: no importa el método. De hecho, como la cocción en microondas es sin agua" es mejor.

Jorge Martínez asegura que la degradación de ciertas moléculas en los alimentos puede causar obesidad o desnutrición. Luego, explica qué pasa con las moléculas cuando calentamos en el horno microondas: “El magnetrón simplemente lo que hace es mover las moléculas. [...] Al mover las moléculas se crea este estado: una fricción. Esta fricción genera calor y se calienta el alimento. La diferencia es que también degenera el movimiento de cómo estaban las moléculas estructuradas. Y por lo tanto, esas moléculas que formaban los aminoácidos o los diferentes componentes de los alimentos se degradan y degrada también el alimento de un 70 a 80%”.

“Pero a la misma vez esas moléculas, como quien dice, se pudren. O sea, que cuando la comida sale de ahí, no alimenta nada” , comenta María Marín.

Gerardo Ruiz , investigador sobre dinámica de fluidos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que el calor sobre los alimentos siempre genera cambios. “Se señala que hay transformaciones químicas en los alimentos, pero esto también puede ocurrir si se calienta algo con una estufa o al carbón. Ahí es más evidente porque la temperatura de una llama es superior y el calor altera, por sí mismo, la composición de la materia”, escribió a la AFP.

La nutricionista Mónica Katz también dijo que “ no hay evidencia de que haya problema con desnaturalizar algunas cosas, como las proteínas por ejemplo”. Esa desnaturalización, explica, ocurre desde el momento de la cocción, luego durante “el procesamiento en la boca, el proceso metabólico-digestivo, etc”. 

En el video, Jorge Martínez asegura que se degradan las moléculas de los aminoácidos. Al respecto, Katz agregó: “ No, lo que se degrada es la proteína [...] Tengo que degradar para obtener lo que necesito, que son los aminoácidos”. 

Sobre qué pasa con las moléculas de un alimento dentro de un horno microondas, la química Bárbara Herrera explicó lo siguiente: “Lo que hacen las microondas es que con su energía (que no es tan alta) estimulan los enlaces de las moléculas de agua y vibran. Los enlaces, la unión entre oxígeno y nitrógeno por ejemplo, siempre se están moviendo como un resorte. Esto hace que vibren más y libera energía en forma de calor y hace que se caliente un alimento”. 

Sin embargo, niega que este proceso genere perjuicios sobre los alimentos: “En otras preparaciones, muchos de los nutrientes pasan al agua que desechas, pero como en el microondas no usas agua agregada, tienes una cocción en la que los nutrientes quedan después de la pérdida producida por el calor y el tiempo al que sometes el alimento. Nada se desecha”.

“¿Ustedes saben que también que el microondas inclusive sin usted haberlo prendido, a un pie de distancia está emitiendo esa radiación?”, dice Jorge Martínez.

De acuerdo a la FDA, las microondas dentro de un horno se generan a partir de un tubo de electrones llamado magnetrón: “Las microondas se reflejan dentro del interior metálico del horno, donde son absorbidas por la comida”. 

El doctor Gerardo Ruiz, de la UNAM, dijo que la radiación de microondas solo se produce cuando se envía electricidad a este dispositivo llamado magnetrón, el cual convierte la energía eléctrica recibida en microondas. “ Apagado, no genera ninguna emisión, no pasa como las fuentes radiactivas que siempre están emitiendo”, explicó.

Bárbara Herrera también indicó que el magnetrón “es un imán que gracias a la corriente eléctrica emite microondas. No puede funcionar si no hay corriente y si la puerta del horno no está cerrada”.

Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que “ninguna energía de microondas permanece en la cavidad o el alimento después que el horno microondas es apagado”

En el video de María Marín se plantea cómo podemos desintoxicarnos de las microondas, a lo que el doctor responde que una manera es caminando descalzos por la arena.

“Eso es ridículo, a lo más te vas a quemar los pies si es verano. Es totalmente ridículo, el silicio [NDLR: presente en la arena] no tiene ninguna propiedad”, comentó la química Bárbara Herrera.

Gerardo Ruiz también lo desestimó: “Las microondas no persisten si no hay suministro de energía, lo que se puede hacer para blindarse es alejarse, aunque en los hornos las microondas están dirigidas hacia la zona donde están los elementos”.

Además, tal como aclara la OMS, ninguna energía de las microondas permanece si el horno está apagado.

La FDA indica que han recibido reportes sobre quemaduras graves en la piel y heridas alrededor de las manos y cara por erupción de agua hirviendo tras ser calentada en un horno microondas.  Por esto, recomiendan a los usuarios seguir las precauciones indicadas en cada horno y “asegurarse de no exceder el tiempo recomendado para calentar”.

¿Usa un horno microondas? Aquí le damos 5 consejos para usar los hornos microondas con seguridad https://t.co/BHd9NyQxzc#NationalMicrowaveOvenDay pic.twitter.com/J3AnylY5pl

Además, en este documento, la FDA dice que la mayoría de las lesiones no se relacionan con la radiación: “Ha habido un número muy reducido de casos en los que se han producido lesiones por radiación debido a circunstancias inusuales o un mantenimiento inadecuado. En general, estas lesiones por radiación ocurren como consecuencia de la exposición a cantidades elevadas de radiación de microondas que escapa a través de espacios en los sellos de los hornos microondas”.

La OMS también indica que este daño que puede generar en la piel, “ocurriría solamente como consecuencia de largas exposiciones a niveles de muy alta potencia, muy por encima de aquellos medidos alrededor de los hornos microondas”.

En el video, María Marín presenta a Jorge A. Martínez como experto en medicina biomolecular y director del Centro de Tratamiento Biomolecular.

El Departamento de Salud del Estado de Florida permite revisar en este sitio web el perfil de los médicos que trabajan y están certificados allí. Al insertar la búsqueda de “Jorge Martinez” aparecen seis resultados, pero no fue posible determinar cuál de ellos es la persona mencionada.

En este sitio también se puede encontrar a un “Jorge A. Martínez”, pero no proporciona más información que su nombre. “Doctor Finder” también permite rastrear médicos en Estados Unidos. Allí, al escribir sus credenciales, el sitio web no arroja resultados. 

Al revisar los perfiles de Martínez en Facebook, se puede ver que en su información de contacto indica que trabaja en el “Biomolecular Treatment Center”.

En Estados Unidos, todos los proveedores de salud reciben un número de identificación llamado Identificador de Proveedor Nacional (NPI, por las siglas en inglés). Al revisar dos plataformas donde se puede rastrear este número ( 1, 2), se puede confirmar que sí existe un recinto de salud con ese nombre, y que está ubicado en la misma dirección que indica Martínez en esta publicación. 

Por otro lado, según se puede ver en sus perfiles de Facebook y en YouTube, el doctor Martínez ha sido entrevistado en medios de comunicación sobre productos dermatológicos; coronavirus;  cáncer; pacientes en estado de coma; alimentación saludable; y sobre el virus del Zika.

El equipo de verificación de la AFP se comunicó vía telefónica con el centro médico para intentar agendar una entrevista con Martínez. También se intentó vía correo electrónico y Facebook. Por este último medio, aseguró que no podía entregar declaraciones por el momento: “En estos momentos estoy bien ocupado referente al coronavirus. Pronto nos comunicaremos”.  Consultado sobre su NPI o licencia, tampoco fue posible obtener respuesta.

En conclusión, estudios y expertos de distintas áreas de la salud y las ciencias descartan que el uso de hornos microondas genere cáncer, autismo y problemas nutricionales. Por otro lado, no es cierto que los alimentos pierdan sus propiedad al ser calentados o cocinados dentro de estos electrodomésticos.

Esta verificación fue realizada con la colaboración de periodistas de la AFP en Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil, Miami y México ​

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