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El hecho de que en el sector eléctrico cuando se dice un 'Arteche CA 420' todos sepan que se está hablando de un transformador de intensidad de 400 kV, es la muestra del resultado de 75 años de historia construyendo estos dispositivos fundamentables para la red de distribución eléctrica. Así lo ha explicado el director general de Arteche, Luis María Pérez. La compañía ha celebrado este viernes sus bodas de brillante en su cuartel general de Mungia, en Bizkaia. Un acto en el que ha participado el lehendakari Urkullu, que ha destacado a Arteche, como «un ejemplo de arraigo y compromiso».
Lejano queda el año 1946 cuando en la calle Gordóniz de Bilbao, el primero de la saga familiar de los Arteche, Aurelio, ponía en marcha un taller en el que elaboraban los primeros transformadores de medida bajo licencia. Hoy, tras 75 años, los mismos que aglutinan empresas como Ferrari o la NBA, Arteche cuenta con la homologación de 1.500 compañías eléctricas y tiene presencia en 175 países con 13 centros de producción y 2.500 trabajadores.
Para el presidente y consejero delegado de la compañía, Alex Artetxe, es un momento «emocionante para quienes hemos desayunado oyendo hablar de transformadores» y se ha mostrado convencido de que en el futuro la empresa «será más grande y más fuerte».
Urkullu ha destacado la realidad familiar de esta empresa, que tiene al frente a la tercera generación, destacando que «mantiene los valores fundacionales la empresa familiar y la capacidad competitiva de una compañía global en un mercado altamente competitivo». El lehendakari ha reivindicado en la trayectoria de Arteche la apuesta por el arraigo con un proyecto que «nació aquí» y que «se ha convertido en líder global».
Al acto institucional del 75 aniversario han acudido diferentes generaciones de familiares, además, otros representantes institucionales como la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, el diputado genreal de Bizkaia, Unai Rementeria y una amplia representación de diferentes proveedores y clientes.
Además, Urkullu ha recordado el papel que desarrolla Arteche «en un sector clave para la economía vasca: la energía». Y es que la compañía afronta un importante proceso de crecimiento empujada por las inversiones que en todo el mundo se están realizando en las redes de distribución energética. Se hacen necesarias varias actuaciones para dar mejor cabida a la generación renovable y mejorar la eficiencia en el consumo. Solamente la inversión que se prevé en Euskadi para digitalizar las redes asciende a 500 millones de euros.
Con este empujón Arteche ha incrementado su cartera de pedidos en el primer semestre de este año un 52% hasta los 192 millones de euros y prevé cerrar el 2022 con unas ventas de 340 millones de euros, muy por encima de los 282 millones del año pasado. Para dar cauce a este crecimiento, la empresa acudió al mercado secundario de la Bolsa donde empezó a cotizar en 2021 en una operación que le permitió obtener 40 millones de euros con los que crecer especialmente en Turquía, Indonesia y Australia. Países en los que ha aumentado su presencia con la compra de Esitas y SDO. Esta vía de crecimiento sigue siendo la apuesta, y Arteche analiza actualmente nuevas adquisiciones.