El impacto que los elevados precios de la energía, y en concreto del gas, está teniendo sobre la industria azulejera se cobra una nueva víctima. El Grupo Pamesa ha confirmado este viernes la ejecución de un ERE en una de sus filiales, Azulejera Alcorense, que puede llegar a afectar al conjunto de su plantilla, un total de 78 trabajadores de su planta de Almazora, en Castellón.

Azulejera Alcorense es una de las empresas que formaron parte de la absorción del grupo Azuliber por parte de Pamesa, una transacción que se cerró justo hace un año por alrededor de 80 millones de euros. Esta, especializada en productos cerámicos para construcción y dirección, razona la decisión del despido colectivo por "la reciente escalada de los precios del gas y la energía", que es "totalmente inasumible para las industrias gasintensivas, entre las que se encuentra el sector cerámico". Este contexto nos ha llevado a tomar esta decisión que hemos tratado de evitar desde el inicio de esta crisis energética".

Según datos de la patronal del sector, Ascer, la factura energética del mismo se dobló en 2021 hasta los 939 millones de euros, representando el 19% de la facturación total. El gas aumentó una media del 91% para sus empresas, con una factura que creció un 142% hasta los 678 millones de euros. La electricidad repuntó un 50%.

Ascer estima que este año la factura energética se duplique de nuevo y supere los 2.100 millones de euros, con el gas encareciéndose un 146%.

A finales de agosto, Pamesa ya aplicó un ERTE en Azuliber que afectó a 117 personas, y paralizó sus plantas de cogeneración.

Fernando Roig, presidente de Pamesa, ya avisó en la presentación de los resultados del grupo, el pasado mes de junio, de que su factura del gas se había multiplicado por cinco en un año, llegando a superar el 30% de su facturación. "Es una barbaridad", dijo Roig sobre la situación energética. Este además avanzó los planes del grupo cerámico de sustituir el 100% del gas natural por hidrógeno en 2023.